9.10.06

Se Inauguró Cervantino Callejero


Por Enrique Cisneros

Dos horas antes de que Vicente Fox representara la obra de Teatro “En México no Pasa Nada”, inaugurando el Festival Internacional Cervantino, cientos de trabajadores de Guanajuato y sus familias se reunían en la Plaza de San Fernando para inaugurar el XXXII Festival Internacional Cervantino Callejero del CLETA (FIIC).
Fox vino precedido de miles de guardias presidenciales y soldaditos vestidos de civil que acuartelaron y llenaron de vallas la ciudad para hacerle un caminito donde no se vieran las protestas de grupos que enarbolaron pancartas acusándolo de traidor vendepatrias.
Los cletos llegaron, así nomás. Como llegan siempre: cargando guitarras, colchonetas, carteles, bolsas de dormir, sueños e ilusiones. Se acuartelaron en una casa ubicada en el Tajito de la Gloria donde diariamente tienen que subir y bajar 119 escalones por el callejón del Griterío (sic), para arribar a la Alhóndiga y de allí repartirse para las plazas donde en este año realizarán sus representaciones: San Fernando, San Roque, Los Ángeles, las Escalinatas de la Universidad , Mexiamora, el Cantador y Allende.
En esta ocasión la inauguración no fue en los Ángeles, plaza en la que la gente tradicionalmente ubica a los cletos. Fue en San Fernando, siguiendo la política cleta, de que el Cervantino Callejero no es una plaza, sino que es una actitud, una idea, una manera de hacer el trabajo artístico, un compromiso.
Los vecinos de San Fernando, algunos de ellos engañados (pues les habían dicho que los cletos eran esos ruidosos y rijosos que llevaban a las plazas el relajo), vieron con sorpresa como en menos de 15 minutos el grupo Sprockets integrado por franceses e ingleses, montaron un trapecio, dándole a la Plaza un sentido de fiesta, de circo.
Una vecina dijo: “y yo que engañada encargué a mi hija con su papá, se va a perder el circo”. Poco a poco la plaza se fue poblando y desde las 5 de la tarde hasta las 10 de la noche fue abarrotada por visitantes, pero principalmente por gente de Guanajuato.
Cuando El Llanero Solitito pidió que levantaran la mano los que eran oriundos del lugar, para sorpresa de muchos, fueron más de las dos terceras partes quien con alegría la levantó. Con gusto alguien comentó: estamos derrotando al fantasma que se metió entre muchos guanajuatenses que pregonaban “yo en Cervantino no bajo”.
Y ahora, sin haber desplegado mucha propaganda, bajaron y se encontraron con los cletos, no con los grupos que sin ser de CLETA usan las plazas faltándole el respeto a sus pobladores, sino con los verdaderos cletos que después de tres años de labor de “reconquista”, van convenciendo a más gente de que hay que rescatar las calles. Que no hay que permitir que los guardias presidenciales las enrejen, pero tampoco que irresponsablemente se promueva que las calles se conviertan en la cantina más grande del mundo.
Circo Comedia de Sprockets calentó e hizo estallar el ambiente con su trabajo en telas. La Trova Cósmica hizo un homenaje musical a Silvio Rodríguez. El grupo peruano Gestos mostró que la realidad de Nuestra América es dolorosamente la misma, en Perú que en México, que tenemos un mismo enemigo, pero que también tenemos un mismo corazón.
El espíritu de Simón Bolívar estuvo presente en el ambiente y las bellas representantes de Venezuela temblaban con el viento otoñal de Guanajuato, pero el calor humano fue más intenso que su frío.
La fiesta de la inauguración donde estuvo Vicente Fox terminó con luces artificiales espectaculares, que subieron y se esfumaron, como un sexenio que finaliza en el olvido; la fiesta callejera terminó con la obra “Jugar a la Vida ” donde el profe Javier, entre otros de los guanajuatenses honestos que apoyaron a los cletos en los tiempos más difíciles, confesaron que nuevamente, como en los viejos tiempos, CLETA le había “movido el tapete”.
Para todos quedó claro un grito de combate: ¡Que viva la fiesta, la del pueblo, la que nace y tiene su fin en las luchas populares

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