16.12.06

Harta de mi.

Otro maravilloso texto de nuestra increible y fascinante colaboradora.
HARTA DE MÍ
Por Alejandra Cordero-León.

Harta de mí, desciendo al infierno sin tenerle miedo
a las escaras que brotan
de mis pies provocadas por intenso y diabólico calor
engendrado por las sombras del olvido
y desde mis sentidos
la oscuridad que me ahoga
me hace compañía
en el ruido de sus choques absurdos.
Harta de mí, el silencio
se hace un ruido constante en una sólida masa de humo
y así entre el pleno desencanto de mi propia imagen,
harta de mí, habito
una a una
cada cual de las casas de poca heroicidad
que me cubre toda de frío mármol y de tabla hueca
Harta de mí, las luces que todo el día yo dejo encendidas
José Alfredo no sabe cómo apagarlas,
pero ellas, inapagables,
se opacan resignadamente cuando la luz natural entra amenazando
con cronometrar la estéril esperanzade que la pesadilla terminó
Harta de mí, tomo cianuro noche a noche sin ingerirlo
y su sabor perpetuo me desliza inevitablemente a un camino
donde resbalo y resbalo sin jamás caer;
mi cuerpo queda atrapado en un vaivén tortuoso infinito
y amarillo,
amarillo,
amarillo,
amarillo…canceroso y amarillo.
Harta de mí me encuentro
a mí misma siendo otra en otro lugar
que es el mismo que solía habitar en los sueños
que tuvo alguna ocasión aquella niña que tal vez fui,
aquella que no pensaba en tiempos ni espacios llenos,
sino que cubría los vacíos con pulsiones de vida emanadas
de mis diosas terrenales cuyo terreno
se ha reducido a un par de bolsas de tela barata,
un par de todo,
un par de nada
Harta de mí, me sumerjo mar adentro y
la sal de la mirada absorbe toda su agua
y al salir de lo profundo la mirada me traiciona
y saca el mar con estertóreos movimientos asfixiantes de cianuro sin cianuro,
del cianuro que es sal, sal adentro,
del cianuro que sin serlo es más puro que el cianuro,
es mar agua es mar sal,
sales de cianuro vivas que me mueven a sacarlas de mi cuerpo
y a repetir día a día el ritual
modificando mi percepción de espacio-tiempo
Harta de mí, caigo en un rendido sueño
que no me deja dormir y mantiene mis parpados cerrados
hacia un viaje del que no saldré jamás
mientras siga yo conmigo,
mientras siga despierta,
mientras no halle el camino
hacia esa isla donde las bolsas ya no son bolsas,
ni las cenizas ni el mármol ni la tabla son ellos,
sino al llegar a la isla mis diosas y yo somos
todo lo que fuimos antes de que todo se fuera infierno adentro,
se fuera dando vueltas metros y metros
convirtiendo todo esfuerzosólo en fierros, escaras
y consecutivos decesos…
Harta de mí me sorprendo
sin mi cianuro a la mano,
con cafeína de repuesto,
con letras que no dicen nada,
pero que están ahí
acompañando a mis miedos"
Harta de mí me harto de todo
de lo vivo y de lo muerto
de la comida que empieza a comerme
a mí más que a ser mi alimento
harta de lo que antes podía ser
adicción, pasión o apego
pues nada se comparanada se compara
a ustedes dos
habitando en mi habitar
con sus dos almas y sus dos cuerpos
Harta de mí, me escondo
pero siempre me encuentro
y ya sin tanto enojome inundo de risas graves
llenas de mi humor negro,
y continuo despacio
sin siquiera darme cuenta
habitando mi cuerpo,
intentando ser mi héroe
hasta que se me acabe el tiempo…
Alejandra Cordero-León, Agosto 2006."

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